Capítulo II
La Mujer y el niño vuelven a casa, suben las escaleras, en el piso de arriba de izquierda a derecha está la habitación de matrimonio, un baño, la habitación de los niños, la habitación de invitados, el despacho/biblioteca, y el cuarto de juegos de mayores donde además de una mesa de billar, unos dardos, un futbolín; estaban el hombre tumbado en el suelo boca arriba con los ojos cerrados y un bebé en su barriga también con los ojos cerrados.
La Mujer y el niño se sonríen. Unos días después están el hombre y la mujer en el jardín trasero, sentados en la mesa rectangular bebiendo refrescos y jugando al dominó, el niño conduciendo en el circuito montado con la niña en el regazo, riendo los dos.

Unos días más tarde el niño conduciendo en una carrera de competición oficial, la mujer al lado del hombre entre el público, éste lleva sentada en su cuello a la pequeña.
Un par de semanas posteriores en una de esas carreras nocturnas, ésta vez el hombre conducía teniendo de copiloto a los dos niños.
ELLA
Cariño (hablan por walkie_talkie) recuérdamelo, recuérdame porqué no me enfado contigo por esto y me dejo arrastrar
ÉL
Porque me encanta, porque a nuestros niños les encanta y porque me quieres
Así que una vez más corrió esa carrera y aunque no ganó la pequeña parecía disfrutar muchísimo con todo eso.

Un mes después el niño entra, una tarde, en el despacho biblioteca, encuentra al hombre en un escritorio durmiendo sobre unos papeles.
NIÑO
Papá (el hombre no le presta atención, no se mueve) Papá (el niño toca al hombre en el brazo, éste se sobresaltó un poco)
ÉL
Dime hijo, ¿qué pasa? ¿Estás bien?
NIÑO
Quiero un equipo
ÉL
Qué
NIÑO
Para las carreras, quiero compañeros
ÉL
Pero tú ya tienes un equipo, yo
NIÑO
No puedes ser mi equipo, eres mi padre
ÉL
Pero quién ha dicho semejante tontuna
NIÑO
Papá
ÉL
A ver si me aclaro, tienes cuatro años, ya eres todo un hombrecito, nunca has quedado fuera de podio, no has bajado de tercer puesto, siempre has sido o primero o segundo, ganas toda clase de trofeos y premios, y nos hemos recorrido contigo medio Estados Unidos, ¿me quieres explicar porqué crees que quieres un compañero? Bueno, para empezar te refieres a una escudería, pero vamos, que eso
NIÑO
Veo que muchos de los rivales se están uniendo, pueden ir juntos en el coche, se ayudan y practican en equipo. A tí no te dejan meterte en el coche conmigo
ÉL
Pues que tu hermana sea tu equipo
NIÑO
Todavía no puede, es muy pequeña papá, y tú eres muy mayor
ÉL
Oh, gracias hijo
NIÑO
Dentro de poco subiré de categoría, y de nivel, ¿cómo lo sueles decir?
ÉL
Ya vas a tener edad para afiliarte y competir profesionalmente
NIÑO
Pues eso, otros circuitos, otros coches, premios más grandes, pero será necesario un equipo, sino no podré clasificarme, éste carnet que tengo no valdría

ÉL
No es así exactamente pero bueno, vale, la escudería proporciona técnicos y contrata o afilia a más conductores, para que sean del mismo equipo como tú dices. Pero hijo ¿dentro de poco? Pero si te queda todavía un montón, hijo, te queda mucho, para entonces
NIÑO
Estaré sólo, necesitaré un equipo y cuanto antes mejor. Es mucho mejor que cuando cambie de categoría lo haga con un compañero que ya conozca y con el que ya haya hecho carreras de antes
ÉL
No necesitas de momento pensar en esas cosas, hay que ver qué rapidez llevas. No crezcas tan rápido hijo. Ya veremos
NIÑO
Vale, pero quiero un compañero pronto
ÉL
Hijo, no seas pesado, ya te lo he explicado, estas bien así. El padre soy yo ¿vale?
NIÑO
Vale
ÉL
Cuando llegue el momento lo solucionaré ¿vale?
NIÑO
Si, papá
ÉL
Bien, y ahora, a jugar. Venga (le revuelve los pelos)
Unos días después en una competición oficial ocurre algo extraordinario, es la carrera más difícil del niño.
Hay una rivalidad latente complicadísima con adelantamientos históricos, giros inesperados, nuevas marcas superadas, es una odisea trágica contra un solo corredor, que es el que le da tantas quebraderos de cabeza al niño.
Desde el principio el niño cae en una trampa emocional desesperándose, está a punto de llorar, a punto de abandonar, nervioso, histérico, todo por ese otro concursante.
Termina siendo una carrera tan reñida que cuando se acaba el niño acaba exhausto. Se baja del coche y va hacia sus padres y su hermana, que le abrazan.

NIÑO
Papá
ÉL
No pasa nada hijo, lo has hecho muy bien
NIÑO
¿Has visto eso? ¿Cómo me ha ganado?
ÉL
Si, has estado muy bien
NIÑO
He quedado cuarto (están los cuatro mirando al otro competidor) He quedado fuera de podio (ese otro competidor también ha ido hacia los que parecen ser sus padres) casi a última hora, en el último momento. (En ese momento el rival que le ha ganado de forma tan aplastante se quita el casco y es para el niño como si se le quitara todo el peso del mundo de los hombros).
Sin casco, su rival en esta carrera es pequeño, parece más delgado, tiene el pelo moreno muy rizado hacia todos los lados, ojos oscuros, es de raza negra y es una chica.
NIÑO
Papá
ÉL
Sí, lo estoy viendo
Boquiabiertos, presencian como esa niña sube al podio en primer lugar, observan como recibe la estatuilla y sonriendo escucha una canción que se utiliza como ganadora del circuito y de la edición de la carrera.

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