H. F. G

Words Create the World

Cortos De Tinta: Ramona Alie (VII)

Júlian Macault

¿Qué dices?

Héctor Kent

Sí, naturalmente que tu padre me odie

Júlian Macault

Va en silla de ruedas, Héctor, no odia a nadie, es así

Héctor Kent

No, ése no. Alex Macault

Júlian Macault

(Se pone un poco más serio) No, (suspira) Ése no te odia. Es conmigo con quien tiene problemas, independientemente de tí. No tiene nada que ver contigo

Héctor Kent

¿Tu padre contigo?

Júlian Macault

Sí, mi padre conmigo

Héctor Kent

El hecho es que les he debido de parecer un rollo de verano para tí

Júlian Macault

Pues menudo verano, cuatro años que dura ya

Héctor Kent

Me han visto que no sé nada de tí

Júlian Macault

¿Nada de mí de qué? No digas tonterías

Héctor Kent

De tu familia, parecía imbécil, menos mal que tu tío Javier y tu tío Alberto estaban por ahí, contándome las cosas

Júlian Macault

Héctor, en esta casa, a nadie le parece mal que estés

Héctor Kent

No, no es eso, me he sentido inculto, y creo que tienen razón

Júlian Macault

Oye, no, creí que te lo había contado

Héctor Kent

Eso no es verdad, creo que estás igual de preocupado con este tema y no lo quieres admitir

Júlian Macault

¿Eso crees?

Héctor Kent

Has estado muy raro. Sobre todo esta mañana, has estado absorto

Júlian Macault

Estaba rememorando

Júlian Macault

Es más que eso, ni siquiera te has fijado en lo que estaba haciendo

Júlian Macault

Sí que me fijo

Héctor Kent

¿Qué? ¿Qué estaba leyendo?

Júlian Macault

Uno de mis libros. «Gabriela», estabas leyendo «Gabriela» (Una breve pausa) Tranquilízate hombre (pasa a su lado y le pellizca el trasero) Además recuerdo que quisiste parar en el área de servicio, Greenlake, a una hora a mitad de trayecto pero me he hecho el pensativo porque yo quería llegar lo antes posible

Héctor Kent

(Sabiendo perfectamente como piensa Júlian Macault) Gracias

Julian Macault

De nada

Hector Kent

Deberías estar igual de preocupado que ellos

Julian Macault

Pero no lo estoy

Hector Kent

No, si… eso ya lo sé ahora

Julian Macault

Yo no estoy aquí por Mona, estoy aquí por mi familia. Ella ya ha decidido. Y desde luego, desde la llaman¡da, no acepté a venir aquí por ella. Quiero encargarme de mi familia ¿sabes? Hace mucho que no estoy con ellos, y quiero dedicarme a ellos lo que no he he hecho en todos estos años. Siento que es lo que quiero hacer. ¿A que ha estado bien estar con todos, mis hermanos, los tíos?

Hector Kent

Sí, no ha estado mal

Julian Macault

Ni en las fiestas nos juntábamos todos los hermanos, y hay tíos que hace años que no veo. Esto será genial (están los dos ya metidos en la el lecho)

Hector Kent

Genial ¿eh?

Al día siguiente , sábado 17 de marzo de 2006, cuando Julian Macault se despierta, la casa está en clama, sabe que habrá gente ya despierta, pero no se cruza con nadie.

Va a la cocina deseando estar ya con sus hermanos. Júlian Macault entra por la puerta de la cocina que da a la calle, pues ha dado un paseo desde su habitación hasta la cocina por fuera de la casa, donde vio a los más madrugadores del pueblo ponerse en marcha.

Se sorprende un poco al encontrarse con una chica nada más entrar en la cocina. La reconoce por el corte de pelo.

Es Mona, que está de espaldas a él en el fogón. Cuando él entra en la cocina, ella ladea un poco la cabeza sin alcanzar a girarse a él, ni a verle, pero ya sabe de quién se trata, aunque esa puerta no hace tal ruido como para que se adivine que ha entrado alguien.

Pero ella acostumbrada a todo de esa casa y ese pueblo, suele reaccionar así.

Él se sienta en un taburete que da a la isla que se encuentra justo detrás de donde están los fuegos.

Una incomodidad extraña se apodera de él, en silencio siempre le ha molestado el silencio incierto. Y no hay sino hablar para romperlo, con una agradable intención.

Ella lleva puesto una falda de pana marrón claro hasta los tobillos y sandalias y una camiseta de media manga marrón oscuro. Ella está limpiando y cocinando.

Julian Macault

Bueno

Mona

(Ella se da bruscamente la vuelta, con cara de pocos amigos) Mira, no hace falta que hagas nada, conmigo no. No te sientas obligado a decir ni una sola palabra. Por mí no te moestes, porque noquiero perder mi tiempo contigo. Yo no tengo nada que decirte, así que tú no me hables. No hay nadie delante, no tienes que fingir. Cumple con ellos que son los que te han traído aquí, no yo. No necesito tu hipocresía de palo ¿Me he explicado?

Él decide callar dejando claro con la expresión que no puede estar más de acuerdo. Es la primera vez que la ve la cara, de frente y expresiva como ha sido. Tiene los ojos acules y no ha reconocido nada de ella. No encuentra cercanía en ella, nada familiar. Es una cara totalmente desconocida para él.

En ese momento entran en la cocina, padres, hermanos, tíos, solo alguno de ellos, no todos y se oye el murmullo matinal de los niños.

Jhon
Hoy el resto desayuna en el pueblo (van pasando, de un lado para otro, cogiendo cosas, sirviéndose)

Julian Macault

Aquí el tiempo no pasa ¿verdad? (van sentándose alrededor de la isla, y de otra mesa que hay aun lado )

Entra el equipo periodístico

Reportero Gráfico 1

Apunto de empezar

Reportero Gráfico 2

Ya hemos entrevistado a todos los que duermen en la casa Alie-Macault

Julian Macault

Qué prisas

Cámara 1

Como no sabemos cuanto vamos a estar aquí

Cámara 2

Estamos aprovechando amigo (se ha encendido y bajado el volumen de la radio. Huele a tortitas, dulce)

Julian Macault

Va para rato. Sí.

Un desayuno lleno de risas, son las nueve de la mañana y nadie está cansado, nadie se da cuenta de ello. Julian Macault se fijaba a veces en Mona, por cosas que hace que le llaman la atención, no le dice nada pero su forma de actuar atrae su atención, en cosas concretas.

Habla como él, como si fuese uno más de la familia, bromea con sus hermanos, es un comportamiento atípico que él no entiende porqué se da, como si quisiese no estar de acuerdo con que ella se muestre tan natural.

La forma en la que se quita el pelo de la cara, la manera en la que se echa la miel, como le pasa y sirve la comida a algunas personas, como frunce el morro ante algunas exclamaciones de sus hermanos, incluso la forma de sentarse sobre la mesa e inclinarse le recuerda a él mismo en otra época de su vida, a cómo era él de pequeño.

Cuando ya se han ido alguno, unas cuantas personas de la cocina y de la casa en general, dispuestos a entrar en el maremandum del día a día. Y los que quedan en la cocina ya están terminando de desayunar, algunos ya recogiendo sus platos, y la mesa.

Julian Macault

A ver si yo me entero. ¿Qué es eso de que la chica ésta está embarazada de mí?

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