Júlian Macault
¿Qué dices?
Héctor Kent
Sí, naturalmente que tu padre me odie
Júlian Macault
Va en silla de ruedas, Héctor, no odia a nadie, es así
Héctor Kent
No, ése no. Alex Macault
Júlian Macault
(Se pone un poco más serio) No, (suspira) Ése no te odia. Es conmigo con quien tiene problemas, independientemente de tí. No tiene nada que ver contigo
Héctor Kent
¿Tu padre contigo?
Júlian Macault
Sí, mi padre conmigo
Héctor Kent
El hecho es que les he debido de parecer un rollo de verano para tí
Júlian Macault
Pues menudo verano, cuatro años que dura ya
Héctor Kent
Me han visto que no sé nada de tí
Júlian Macault
¿Nada de mí de qué? No digas tonterías
Héctor Kent
De tu familia, parecía imbécil, menos mal que tu tío Javier y tu tío Alberto estaban por ahí, contándome las cosas
Júlian Macault
Héctor, en esta casa, a nadie le parece mal que estés
Héctor Kent
No, no es eso, me he sentido inculto, y creo que tienen razón
Júlian Macault
Oye, no, creí que te lo había contado
Héctor Kent
Eso no es verdad, creo que estás igual de preocupado con este tema y no lo quieres admitir
Júlian Macault
¿Eso crees?
Héctor Kent
Has estado muy raro. Sobre todo esta mañana, has estado absorto
Júlian Macault
Estaba rememorando
Júlian Macault
Es más que eso, ni siquiera te has fijado en lo que estaba haciendo
Júlian Macault
Sí que me fijo
Héctor Kent
¿Qué? ¿Qué estaba leyendo?
Júlian Macault
Uno de mis libros. «Gabriela», estabas leyendo «Gabriela» (Una breve pausa) Tranquilízate hombre (pasa a su lado y le pellizca el trasero) Además recuerdo que quisiste parar en el área de servicio, Greenlake, a una hora a mitad de trayecto pero me he hecho el pensativo porque yo quería llegar lo antes posible
Héctor Kent
(Sabiendo perfectamente como piensa Júlian Macault) Gracias
Julian Macault
De nada
Hector Kent
Deberías estar igual de preocupado que ellos
Julian Macault
Pero no lo estoy
Hector Kent
No, si… eso ya lo sé ahora
Julian Macault
Yo no estoy aquí por Mona, estoy aquí por mi familia. Ella ya ha decidido. Y desde luego, desde la llaman¡da, no acepté a venir aquí por ella. Quiero encargarme de mi familia ¿sabes? Hace mucho que no estoy con ellos, y quiero dedicarme a ellos lo que no he he hecho en todos estos años. Siento que es lo que quiero hacer. ¿A que ha estado bien estar con todos, mis hermanos, los tíos?
Hector Kent
Sí, no ha estado mal
Julian Macault
Ni en las fiestas nos juntábamos todos los hermanos, y hay tíos que hace años que no veo. Esto será genial (están los dos ya metidos en la el lecho)
Hector Kent
Genial ¿eh?

Al día siguiente , sábado 17 de marzo de 2006, cuando Julian Macault se despierta, la casa está en clama, sabe que habrá gente ya despierta, pero no se cruza con nadie.
Va a la cocina deseando estar ya con sus hermanos. Júlian Macault entra por la puerta de la cocina que da a la calle, pues ha dado un paseo desde su habitación hasta la cocina por fuera de la casa, donde vio a los más madrugadores del pueblo ponerse en marcha.
Se sorprende un poco al encontrarse con una chica nada más entrar en la cocina. La reconoce por el corte de pelo.
Es Mona, que está de espaldas a él en el fogón. Cuando él entra en la cocina, ella ladea un poco la cabeza sin alcanzar a girarse a él, ni a verle, pero ya sabe de quién se trata, aunque esa puerta no hace tal ruido como para que se adivine que ha entrado alguien.
Pero ella acostumbrada a todo de esa casa y ese pueblo, suele reaccionar así.
Él se sienta en un taburete que da a la isla que se encuentra justo detrás de donde están los fuegos.
Una incomodidad extraña se apodera de él, en silencio siempre le ha molestado el silencio incierto. Y no hay sino hablar para romperlo, con una agradable intención.
Ella lleva puesto una falda de pana marrón claro hasta los tobillos y sandalias y una camiseta de media manga marrón oscuro. Ella está limpiando y cocinando.
Julian Macault
Bueno
Mona
(Ella se da bruscamente la vuelta, con cara de pocos amigos) Mira, no hace falta que hagas nada, conmigo no. No te sientas obligado a decir ni una sola palabra. Por mí no te moestes, porque noquiero perder mi tiempo contigo. Yo no tengo nada que decirte, así que tú no me hables. No hay nadie delante, no tienes que fingir. Cumple con ellos que son los que te han traído aquí, no yo. No necesito tu hipocresía de palo ¿Me he explicado?
Él decide callar dejando claro con la expresión que no puede estar más de acuerdo. Es la primera vez que la ve la cara, de frente y expresiva como ha sido. Tiene los ojos acules y no ha reconocido nada de ella. No encuentra cercanía en ella, nada familiar. Es una cara totalmente desconocida para él.
En ese momento entran en la cocina, padres, hermanos, tíos, solo alguno de ellos, no todos y se oye el murmullo matinal de los niños.

Jhon
Hoy el resto desayuna en el pueblo (van pasando, de un lado para otro, cogiendo cosas, sirviéndose)
Julian Macault
Aquí el tiempo no pasa ¿verdad? (van sentándose alrededor de la isla, y de otra mesa que hay aun lado )
Entra el equipo periodístico
Reportero Gráfico 1
Apunto de empezar
Reportero Gráfico 2
Ya hemos entrevistado a todos los que duermen en la casa Alie-Macault
Julian Macault
Qué prisas
Cámara 1
Como no sabemos cuanto vamos a estar aquí
Cámara 2
Estamos aprovechando amigo (se ha encendido y bajado el volumen de la radio. Huele a tortitas, dulce)
Julian Macault
Va para rato. Sí.
Un desayuno lleno de risas, son las nueve de la mañana y nadie está cansado, nadie se da cuenta de ello. Julian Macault se fijaba a veces en Mona, por cosas que hace que le llaman la atención, no le dice nada pero su forma de actuar atrae su atención, en cosas concretas.
Habla como él, como si fuese uno más de la familia, bromea con sus hermanos, es un comportamiento atípico que él no entiende porqué se da, como si quisiese no estar de acuerdo con que ella se muestre tan natural.
La forma en la que se quita el pelo de la cara, la manera en la que se echa la miel, como le pasa y sirve la comida a algunas personas, como frunce el morro ante algunas exclamaciones de sus hermanos, incluso la forma de sentarse sobre la mesa e inclinarse le recuerda a él mismo en otra época de su vida, a cómo era él de pequeño.
Cuando ya se han ido alguno, unas cuantas personas de la cocina y de la casa en general, dispuestos a entrar en el maremandum del día a día. Y los que quedan en la cocina ya están terminando de desayunar, algunos ya recogiendo sus platos, y la mesa.
Julian Macault
A ver si yo me entero. ¿Qué es eso de que la chica ésta está embarazada de mí?

Deja un comentario