Ciudad tranquila, sábado, levantarse a las 09 toca limpiar baño, después prepararse, camino dos horas y pico por carreteras secundarias.
Tiempo agradable, sol, y por momentos calor. Hotel bueno, de tres estrellas tirando a dos pero no en el mal sentido.
Detalles arquitectónicos bonitos, bienvenida formal.
Barrio obrero más respetuoso q barrios urbanos de Madrid, zona de bomberos, policías, colegios, parece la zona universitaria, parques grandes, feria.
Cementerio precioso, grande, con muchos gatos y muy respetuoso con los gitanos, nunca se habla de dónde se entierran a los gitanos, se enseña abiertamente que sin gitanos, y con mucho respeto.













Exposición permanente de Villaseñor, y exposición temporal Ataxia.
Mensajes ocultos en sus obras, reflejos.
Museo del Quijote, parte audiovisual, decorada con audios de un señor que trabajó en la imprenta, van cambiando las luces a diferentes partes de la imprenta.
Luego hay una sala para sentarse que ponen un decorado en el suelo de arena y libros, y estanterías llenas de libros en las paredes, y una proyección en audio de un resumen del Quijote.



















Muy interactivo, muy divertido, orgullo del Quixote. Gratuito.
Museo de Ciudad Real grande, arqueológico y paleantológico, con poca luz.
Sólo con mucha información explicativa, escrito pero igual de didáctico. Gratuito.
Comida plaza de Almagro, un asadillo.









Luego vimos más tarde, un cementerio pequeño, recogidito pero acogedor, una plaza de toros, pasamos por catedrales, basílicas, con campanario y todo incluido.
Vuelta a Ciudad Real sobre las seis y pico, una parada para tratar de descansar un poco en el hotel.
Después fuimos a cenar a un italiano, arroz con tinta de calamar, y a tomar unas copas, en un medio puff.
Un San Francisco y un mojito, y más que suficiente, gente agradable, ambiente agradable, música regulera, empezaron con música africana y un tono de regee, pero ya al final pusieron regonton moderno, y luego regeton urbano de los noventa y principios de los dos miles.
Al día siguiente fuimos a ver un poco el gimnasio, ya que esta vez no hemos hecho uso de ese privilegio, y vuelta a desayunar al centro.
Nos gustó la ciudad, la experiencia no estuvo nada mal. Lo puntuaríamos con un 7’5.
Aunque como siempre, cuatro días no son suficientes para sacar una buena conclusión de toda una ciudad.
Pero no, no nos importaría volver en algún otro momento.
No os perdáis el video que tenemos de este Periplo en nuestra página de YouTube, Hybrids.





































































































































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