Otro viaje relampago a Reino Unido, ésta vez a Londres, a un pueblecito a la afueras.
Finales de Octubre.
Se dieron dos tesituras la celebración de la graduación de un familiar, por lo que éramos conscientes de que no iba a ser un viaje turístico al uso, y la celebración de un cumpleaños.
Se nos ocurrió la idea de juntarlo, regalar la experiencia de la unión y unidad del amor, con gente que te aprecia y está encantada contigo.
Cómo siempre no andamos muy bien de presupuesto, se compraron billetes tres meses antes para que salieran más o menos asequibles, en total en billetes se gastaron alrededor de 260 euros.
Había que estar ahí más o menos dos horas antes, por lo que a las nueve y media de la mañana ya estábamos en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid Barajas.
La maleta se pensó una semana antes y la maleta se hizo tres días antes, dos vestidos de punta en blanco largos.
Uno por si me arrepentía del elegido.
Eso sí, calcetines térmicos de la circulación sanguínea altos hasta las rodillas, medias gordas con pelo por dentro, botas acolchadas interiormente y unos zuecos, que son de lo más cómodo que hay en el armario y por supuesto zapatillas deportivas, por si me acababan matando los pies.
El control fue bastante normal y rapidito, el marketing del capitalismo con un montón de tiendas carísimas hasta que llegas a la zona de embarque es telita marinera, para la gente que va sobrada de pasta o con un presupuesto abultado está bien porque puedes comprar cosas para regalar en destino, que eso siempre se agradece.
Ahora sí tienes familia numerosa igual no renta. Se tuvo que esperar poco en la sala de embarque, las sillas tenían un cargador en los reposabrazos.
Al final había dos filas para embarcar, una rápida, y otra en la que tienes que medir tu equipaje por si no entra dentro de las medidas.
El vuelo fue correcto, esa sensación de adrenalina cuando despega el avión, asiento, el del medio, frio en el avion pero como fuimos abrigados y con las deportivas puestas, todo bien.

El de al lado no tan bien porque iba de verano, así que nada, le dejamos un abrigo para que no pasara frío mientras.
Eternamente agradecido nos estuvo. Hubo lluvia en terreno aéreo español, una vez franqueado eso, un sol normal y corrientito.

El equipo de aviación bastante diverso, con indios, asiáticos y latinoamericanos, pero con acento poco español, no sabríamos decir de dónde.
Hacia mucho tiempo que no salíamos de España, y sin tener casi noción del idioma, fuimos con la idea de que no nos íbamos a entender con las personas y no sabríamos interpretar las señalizaciones.
Gatwick es un aeropuerto bonito, grande pero compacto, y con las señales muy claras.
Llegamos sobre las dos de la tarde, fuimos al baño para refrescarnos un poco y nos pusimos bufanda al canto.
Había máquinas para sacar dinero en efectivo, y para comprar billetes de tren.
Un tren lanzadera gratuito que te lleva a la estación de tren general, como un Chamartín pero mucho más bonito y moderno.
Varios puestos para que cada uno se saque sus billetitos bastante vanguardistas, eso sí, lo que restó del presupuesto se fue en el transporte público de ahí.

Si no tienes un abono mensual o uno especial, o pillas esas ofertas online que duran muy poquito te sale, un viaje sencillo de ida casi 20 euros.

Con eso os lo digo todo Hybrids.

Estaba despejado y tenía casi calor pero bueno, en el tren de camino al pueblo vamos descubriendo los parajes, campos verdes, llanos, zonas industriales, arboles creciendo salvajes casi invadiendo las vias y por tanto parecía que podías sacar la mano y tocarlos.
Una vez en la estación correcta, vinieron a recogernos en coche.

Curioso estar dentro de un coche y ver cómo se conduce por la derecha, el o los coches parecen más grandes que la calzada delimitada para ello, pero por arte de magia la circulación funciona perfectamente.

Luego los saludos con los familiares que también viajaron el mismo día para el mismo destino.
Dejar las maletas, sentarse en un sofá, comer un poco y tener buenas charlas.
A las ocho y pico nueve de la noche, está vez sin maletas, cogimos rumbo otra vez a un aeropuerto.
Está vez a Heathrow, para ir a recoger a otro miembro.

Por el camino nos gustó descubrir una cosa muy interesante de los autobuses.

Heathrow es un poco más familiar, lo vimos poco, pero se nos hizo parecido a la T4.
Ahí también espacían las frecuencias del transporte público a partir de las siete y ocho de la tarde.
Y con ese transporte tan peculiar casi nos confundimos varias veces de tren.

Una vez se entiende el mecanismo de los paneles ya es fácil cogerle el truquillo a como funciona el transporte, el problema es lo que uno tarde en entenderlo.

Conclusión, se nos hizo el día corto, durmiendo en la cama de muelle más acogedora del mundo y con un calor tremendo a las dos de la madrugada, que es cuando llegamos a nuestro hospedaje.



El día siguiente era día de estreno, al final el atuendo elegido fue con medias gordas y zapatos cómodos con un abrigo de vestir también cálido, bufandas y guantes.

Ése día nos enteramos de la gravedad de la Dana de Valencia, llamamos a todos nuestros familiares y conocidos para conocer el estado de su situación. Tenemos familia en Chiva.
Así que nuestro máximo apoyo y ánimo a los afectados.

Nos dieron unas indicaciones con el transporte público, que al final resultaron ser erróneas, pero nos sirvieron para ver un poco de Greenwich.

Finalmente tuvimos que coger un Uber que como la ciudad estaba un poco de obras tampoco se terminó de aclarar el conductor, ni su GPS.


Así que cogiendo uber grande para todos los que éramos nos fuimos al lugar del evento.


Cerca del centro, una facultad universitaria, Greenwich University Chapelle.



Estaba medio despejado el día, no hacía mucho viento ni llovió, lo cual fue de agradecer.

Llegamos tarde por pocos minutos, University of Greenwich Chapele, la facultad era grande y preciosa, hasta que dimos con el sitio preparado para la recepción de los invitados se nos fueron unos minutos determinantes.
En la parte de abajo de ese pedazo de edificio habían puesto una TV que ocupaba toda la pared en la que se proyectaba en vivo la ceremonia, mesas y sillones decoradas, varias zonas con eso, también una parte de puestecitos de merchandasing de la facultad, y la zona bar para que se pidiera pagando lo que cada uno quisiera.
Champán a la entrada, previo pago claro, las gratuitas nos enteramos de que eran solo para los acompañantes fichados para cada alumno, que eran dos personas.
Después de eso dimos una pequeña vuelta por esa facultad, que tiene parte del Río Tameses delimitándola.


Por el camino perdimos a la mitad de la troup, como a la hora o así conseguimos encauzar la situación, entre risas nos despedimos y dividimos, porque se estaba fraguando una fiesta sorpresa.


Por lo que no pudimos estar mucho tiempo de paseo para admirar la facultad.
Cogimos otro Uber grande, para los que éramos, éste fue maleducado y sin nada de política de atención al cliente.


Por lo que ni propina ni casi nos despedimos de él, nos dejó también medio lejos del sitio, por las obras.





Al día siguiente paseamos por el pueblo en el que nos habíamos hospedado.



La arquitectura de las fachadas nos llamó mucho la atención, muy bonitas.



Tampoco nos llovió, y no sentimos frío en absoluto.

También es verdad que íbamos cargando con las maletas.
Y eso quieras o no te hace entrar en calor, aunque no fuera equipaje muy pesado.



La cosa es que eso no fue un inconveniente.
Verdaderamente pudimos apreciar bien lo poco que vimos
Realmente la vuelta a Madrid era ese mismo día por lo que quisimos aprovechar las pocas horas que nos quedaban para turistear un poco.
luego cuando se acercará la hora, coger e ir directamente desde el transporte público de donde estuviéramos a sendos aeropuertos.

Así que con esas premisas nos acercamos un poco al centro, a concretamente Westminster Station, para luego coger rumbo a aeropuertos separados, y reencontrarnos en Barajas de Madrid.
Unos llegamos a la T1 de Adolfo Suárez Madrid Barajas a nuestras horas establecidas, después de habernos perdido un pelinín nada más en el aeropuerto de Gatwick North Term.

Precisamente por el temporal la otra mitad del equipo tuvo retrasos de más de una hora, por lo que algunos les estuvimos esperando en la T4, hasta la una de la madrugada.
Os dejaremos un video de YouTube de este otro viaje relámpago.
Volveremos a Londres? Volveremos.
Pronto? No lo sabemos, vamos a ver cómo va la economía, lo que sí sabemos es que os mantendremos al tanto de todo, Hybrids.
Ya era Noviembre cuando volvimos, y no conozco mejor forma de haberlo terminado que con esa buena compañía que es la familia.





















































































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